POLÍTICA, POLÍTICOS Y
DESAFECCIÓN
Ante los últimos tiempos donde la
desafección del ciudadano hacia la política española está en boca de todo el
mundo creo que con unas “simples” normas éticas, cambios en la forma de actuar,
unos cambios en la legislación penal, el sentimiento hacia el político actual
cambiaría drásticamente en nuestra sociedad.
No es desafección hacia la
política, es desafección hacia el político, que es muy diferente. Esto no es de
extrañar ante tanto caso de corrupción política, y de afines a los políticos,
en España donde la mayoría queda sin castigo o éste es mínimo o si alguien es
castigado al poco tiempo es indultado. Tal es la percepción extendida de
corrupción que es el segundo problema más importante de los españoles según la
encuesta del INE. Estamos en niveles tercer mundistas, de república bananera.
Nuestros políticos están preocupadísimos por la desafección política (o eso
dicen de cara a la opinión pública) pero no hacen nada para que no exista.
Cada día aparecen nuevos casos de
corrupción, de “caradurismo” o “sinvergoncería”, de “amiguetes” que obtienen
contratos o inversiones públicas a dedo, de antiguos políticos que “fichan” por
las grandes empresas, de defraudadores afines a los partidos que son indultados
o exculpados o simplemente por triquiñuelas jurídicas prescriben los delitos o
no son ni juzgados, cobro de subvenciones falsas o indebidas, financiación ilegal de partidos políticos, evasión
fiscal impune, políticos condenados por diversas causas que no se van ni con agua
caliente, etc. etc. etc.