Tras las elecciones generales de diciembre de 2.015 el PSOE si no está al borde, se está acercando peligrosamente al mismo. El problema es que cualquier movimiento que haga lo acerca peligrosamente a la caída.
Paulatinamente pierde votos desde hace muchos años, en algunas ciudades o Comunidades ha quedado reducido a un mero expectador (por ejemplo, en el Ayuntamiento de Madrid y en la Comunidad de Madrid en general). El motivo? Creo que la mayor causa de ello es su no concreción o posicionamiento en la mayoría de los temas importantes de este país, es decir, su ambiguedad. Cuando ha ilusionado y se ha posicionado claramente y sobre todo cuando ha apoyado lo que querían los ciudadanos, como en el primer mandato de J.L. Rodríguez Zapatero, el PSOE ha obtenido buenos resultados. Zapatero trajo aire fresco (o se suponía) a la política española, una nueva forma de hacer y ver las cosas, una nueva forma de debatir, un político que traía menos crispación... pero acabó su mandato siendo todo lo contrario: un político nefasto para el PSOE, no supo aprovechar el tirón económico en sus primeros años y en los últimos no supo ver (anticiparse) la tremenda crisis que se avecinaba. Denostado por la derecha (lo considera un cáncer para la economía y para las relaciones internacionales -España perdió muchísima fuerza en su mandato, sobre todo con EE.UU.-, sobre todo) y también por gran parte de la izquierda por casi lo mismo. Ha sido y es utilizado para atacar al PSOE por su gestión al frente del gobierno en sus ocho años de mandato.
Ahora, el PSOE con Pedro Sánchez ha obtenido los peores resultados de su historia, con sólo 90 escaños en el Congreso. También es verdad que el resultado podía haber sido peor según las encuestas anteriores a las elecciones y que Pedro Sánchez parece que logró parar la hecatombe electoral del PSOE. Ha perdido votos por la izquierda (hacia Podemos sobre todo) y por la derecha (hacia Ciudadanos).