España y la Isla Tortuga

España y la Isla Tortuga

Y si no era una isla sino una península? Sería posible que los historiadores hayan sucumbido a los escritos de época porque estuviesen equivocados, o porque pretendiesen montar una fábula entorno a una isla maligna para meter miedo a los aventureros y emprendedores de la época, o simplemente para no revelar el lugar exacto de tal decadencia humana y social se inventasen un lugar infernal y así evadir la justicia, o quisieron aligerar de culpa las monarquías opresivas de la época creando un enemigo aún más vil,... sería una leyenda como la Atlántida pero en sentido negativo? … Y si fue todo un mal sueño, una pesadilla, una leyenda como el hombre del saco...? Por desgracia no fue así, existió y existe. Es más, hubo numerosas “islas tortuga” donde los corsarios eran protegidos o se escondían, como por ejemplo la actual Jamaica, la Isla Mocha, Islas Caiman, Bahamas, …. Inglaterra. Prácticamente como ahora, todas ellas paraisos fiscales ligados a la “city”.

España, territorio de “pillos”, de “listillos”, de pícaros, de bandoleros, de ladrones... ha evolucionado a peor. Ya no son los mandamases y los fuera de la ley, se ha generalizado a la plebe. Está claro que no es toda la población pero si una gran mayoría. Se ha extendido la creencia de “el Estado nos roba” y para dárselo a “ellos” mejor me lo quedo. Pero puede ser cierto viendo las noticias diarias sobre corrupción política.

Sobre el nombre de “Iberia”, “España”, “Hispania”, aún hay debate ya que no se conoce con exactitud su procedencia. Unos dicen que fueron los fenicios, otros que los griegos, otros que los cartagineses, otros que las tribus del norte de África, … según unas teorías el nombre podría deberse a la abundancia de conejos, también a la abundancia de serpientes (puede ser más realista en la actualidad)... pero lo que nadie dice es que podría denominarse “tierra de ladrones”, “tierra de piratas”. Porque piratas modernos hay en la actualidad a “porrillo”. Quién no conoce uno? Es muy difícil encontrar a alguna persona que no conozca a alguien denominado “pirata”, como la expresión tan conocida indica “vaya pirata está hecho”.

El problema es tan intenso y dramático que está quebrantando nuestra democracia. El saqueo se ha institucionalizado, se ha expandido por casi todas las instituciones españolas, y los políticos y dirigentes que son los encargados de legislar para evitarlo en vez de endurecer las leyes y penas, hacen lo contrario: “suavizan” el delito en las filas propias, lo “esconden”, lo “perdonan”,... sin embargo cuando una persona normal comete un delito, le cae toda la justicia con todo su rigor encima. Por ejemplo, una persona que roba un bocadillo, una cartera, para comer es posible que vaya a la cárcel. El Gobierno por presión social, si la noticia fuese dada a conocer a la plebe, como medida de gracia le podrá conceder el indulto y así quedar como “generoso”. Así está concebida nuestra desigual sociedad, que parece que te hacen un favor los poderosos “dejándote” vivir.

En España nos roban los políticos, las empresas, los empresarios, los sindicatos, los trabajadores, los autónomos especialistas,…    una gran mayoría. Si todo el mundo actuase como un ciudadano nórdico, considerando un “apestado social” al defraudador y ladrón, España podría ser uno de los países más prósperos del mundo, con un estado del bienestar más eficaz que llegase a todo el necesitado. Pero no, aquí el defraudador es una persona normal, un ciudadano de a pie, está considerado como algo normal. Por ejemplo, hay ciudadanos que están “parados” pero sin embargo trabajan y cobran “en negro”, además, por ser ciudadanos con baja renta acceden a servicios públicos en detrimento de otras que accederían por su renta y sin embargo al tenerlo todo “declarado” sobrepasan los límites y se quedan fuera de las ayudas. Otro ejemplo: un médico especialista con consulta propia, que por cada visita te puede “clavar” 90 euros, que van todos al bolsillo, y que además trabaja para la Seguridad Social. Otro más: las jornadas intensivas de los trabajadores “funcionarios” en los hospitales que trabajan 72 o 48 horas seguidas y después tienen días libres... es imposible que todo ese tiempo esté trabajando, entonces, para qué esas horas seguidas trabajando? Por qué se permite? Jornadas de 8 horas todo el mundo, sin excepción, es lo que tendrían que hacer los funcionarios públicos.
Cómo es posible que tengamos los servicios “primarios” de los más caros de Europa? La electricidad, el gas natural y el butano, el combustible (gasolinas, gasoleos), acceso a internet, el servicio telefónico, … Porque los políticos lo permiten basándose en la “libertad de mercados y la no intervención”.  Esas empresas que nos ofrecen esa prestación de servicios nos roban, así de claro. Un claro ejemplo, el déficit de tarifa no existe como tal, es una invención política para concederle a las eléctricas mayores beneficios económicos y así fortalecerlas ante posibles compradores hostiles foráneos. Nosotros pagamos esa diferencia de precio y mientras los dirigentes empresariales y políticos se enriquecen a nuestra costa.

Además de los nuestros, como en Isla Tortuga, aquí se reúne lo “mejorcito” de Europa para blanquear capitales: la mafia italiana, la rusa, la búlgara, la china, …

Qué soluciones podemos implementar para solucionar el gravísimo problema? Como dicen, a grandes males, grandes remedios, y entre otros estos:

1. Los partidos políticos no deben ser el fin, son una herramienta para gestionar. Si anteponen, como en la actualidad, el partido político al ciudadano no tendremos nunca el principio del fin del canalla político. No hay excusa alguna para defender a un político corrupto, sea quien sea. Es más, el partido político debería presentarse como acusación.
2. Dotar de más medios y recursos financieros a la Fiscalía Anticorrupción y a la policía.
3. Independencia real del Poder Judicial, respecto al poder político. Los jueces, fiscales, deben elegirse entre ellos en unas elecciones abiertas a todo el sistema judicial.
4. Incrementar y agilizar las actuaciones de la Inspección Fiscal y Laboral.
5. Endurecer el código penal de los delitos financieros.
6. Eliminar al mínimo los políticos aforados. También se podría crear un Juzgado especial sólo para ellos que no necesite tantos requisitos para investigar.
7. Intervenir, si es necesario, las empresas que no tengan un justiprecio en la prestación de servicios básicos para la población. Además, eliminar “las puertas giratorias” de los políticos que al dejar el cargo entran al servicio de estas grandes empresas, y al revés.
8. Aplicar la “estimación directa” a todo el mundo. Con tramos impositivos crecientes según la diferencia de ingresos-gastos. Así se terminaba con la economía sumergida.
9. Eliminar o perseguir los productos derivados de los Bancos, denunciar en todas las instituciones mundiales los paraísos fiscales y perseguir a los ciudadanos que los utilicen. Esto por desgracia no sólo depende de España, sino de todo el mundo.

Si queriendo se puede...

Es hora que “la tierra de los canallas”, la Isla Tortuga actual, vuelva a ser “la tierra de las libertades y del estado del bienestar” donde no caben los filibusteros modernos.